Cuidados de las lavandas

Si te has animado a plantar lavandas en tu jardín pero necesitas una pequeña guía para tratarlas, cuidarlas y asegurarte así que éstas crecen en todo su esplendor, a continuación te ofrecemos una pequeña guía con los cuidados principales para las lavandas.

Existen decenas de especies de lavandas, por lo que todas no tienen las mismas características ni la misma época de floración, pero en este artículo hablaremos de las características que todas las lavandas comparten en común.

En cuanto a los riegos, la lavanda es una planta que soporta muy bien la ausencia de agua. Cuando más agua necesita es en su plantación, que necesita abundantes riegos para que los esquejes agarren bien. Posteriormente, ésta es capaz de aguantar con las lluvias esporádicas. Pero igualmente aguanta en zonas de lluvias abundantes, siempre y cuando a tierra tenga un buen drenaje.

Pero una cosa queremos aclarar, ya que aunque la planta puede pasar sin agua, con un riego mensual moderado su crecimiento se verá favorecido con una producción mucho mayor que las que crecen en secano. La forma de riego de las lavandas debe ser por goteo. Por aspersión puedes favorecer la aparición de hongos. Si la lavanda la plantamos en maceta, entonces ésta sí necesitará un riego semanal de cantidad moderada.

La luz que necesita esta planta es alta, como en general todas las plantas que producen flor. Generalmente crecen a la perfección con al menos 6-8 horas de sol diarias, por lo que también puedes cultivarlas en zonas de semisombra. El color en estas zonas es menos intenso y producen menos sombra que a pleno sol, pero también crecen adecuadamente.

Para la plantación de esta planta tenemos que prepararle un suelo bien suelto y una profundidad de hasta medio metro. El drenaje de éste debe ser perfecto ya que los encharcamientos pueden pudrir sus semillas, por lo que lo ideal es mezclar la tierra con pequeñas piedras.

La temporada ideal para su plantación son los meses de verano, cuando el clima es seco y cálido. Los fertilizantes especiales no son necesarios para el crecimiento de estas plantas. El ciclo vital de las lavandas suele ser de 10 años.